Quienes han podido disfrutarlo en vivo coinciden en destacar su eclecticismo, su calidad artística y su capacidad interpretativa para lograr que los clásicos parezcan escritos por o para él, sin perder el respeto a la obra original.
Enrique empezó a cantar con 3 años en el coro de la iglesia de San José de Ares, ya que su madre era quien dirigía ese coro.
Con 20 años dejó Ares, su pueblo natal al norte de España, para irse a Madrid, donde comenzó su camino y su formación artística en teatro, danza y canto.
Ahora, con 40, tiene en su historia una gran cantidad de talent shows, programas musicales, tours por España, México, Estados Unidos y gran parte de América Latina.
Sus influencias principales han sido las grandes divas a las que desde su infancia escuchaba cantar jazz, baladas internacionales, canción romántica en Español y fados (música tradicional portuguesa).