
Cindy Cats reafirmó su lugar como uno de los proyectos musicales más originales y eclécticos de la escena argentina actual. Así lo demostró la cabeza creativa madre conformada por los talentosísimos Francisco Alduncin, Pedro Pasquale, Axel Introini , Felipe Herrera, Julián Gallo, Gonzalo Isaí Palacios y Carlos Salas , que junto a más de 30 músicos en escena, dieron vuelta el despliegue escenográfico tradicional del Obras para brindar un show 360° que convirtió la noche en una verdadera experiencia inmersiva a puro Jam e invitados sorpresa.
Desde el primer tema, el show propuso un recorrido sorpresivo y cambiante, donde cada invitado trajo su impronta y dejó una marca propia. Soulfia y Fabro aportaron flow y melodía en Jetlag, mientras que Benja Amadeo emocionó con su interpretación de Alma de diamante, acompañado por armonías corales. Julieta Rada sumó ritmo y color con Biricunyamba, respaldada por una poderosa cuerda de tambores candomberos, y Franco Luciani brilló con su armónica en dos momentos intensos: el clásico Yo vengo a ofrecer mi corazón y el dueto emotivo junto a Cucuza en Nada.

La versatilidad del show se sintió con fuerza en el segmento de jam sessions, donde el tango, el trap y el hip hop convivieron sin fronteras junto a Acru, MHTRESUNO, Mecha, DJ Aklyric y Fleivor. Más adelante, LIT killah trajo la energía del presente con Dreams & Love, y Dante Spinetta dejó todo en escena con su interpretación de El lado oscuro. Joaquín Levinton, fiel a su estilo, encendió al público con Yo no me quiero casar, ¿y usted?, y la presencia de Rama Molina en Más que ayer agregó una capa de virtuosismo eléctrico y sensibilidad rockera.
Así es Cindy Cats: una experiencia impredecible donde los géneros dialogan, los artistas se cruzan y lo que viene después nunca se parece a lo anterior. Música sin etiquetas, hecha para el asombro y el goce compartido.

La noche fue un homenaje al encuentro artístico: lo clásico y lo moderno, lo mainstream y lo alternativo, lo local y lo global, todo en una misma sintonía. En cada canción, Cindy Cats reafirmó su esencia colectiva y colaborativa, rompiendo con los formatos tradicionales y creando una comunidad que vibra al ritmo de la música compartida.

La puesta en escena volvió a ser otro de los grandes aciertos del show. Con su característico diseño 360°, el espacio se transformó en una burbuja creativa que conectó a músicos y espectadores en un diálogo sin barreras. Nuevamente, la propuesta fue mucho más que un recital: fue un manifiesto donde la innovación, el respeto por las raíces y la celebración de lo colectivo fueron los pilares. Cindy Cats no es sólo música, sino que es, principalmente, una propuesta artística. DJ Uopa Nachi fue la encargada de encender los motores de la noche, mientras que Pato Lobo, Maxi Bagnasco y Pintor maravillaron al público con sus ilustraciones realizadas, como es habitual, mientras transcurría la velada.

Con este nuevo hito, Cindy Cats consolida su camino como referente de una nueva forma de entender la música en vivo, donde la calidad musical y la apertura artística marcan el rumbo. Y lo mejor: esto recién empieza.
