
Andrés Calamaro se encuentra recorriendo Latinoamérica y Europa, como parte de una extensa gira que en la primera parte de este 2025 tiene como destinos Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Irlanda, España, Francia, Dinamarca, así como varias ciudades Argentina.
A su viaje musical todavía le esperan muchos anuncios por delante, pero uno de los más esperados era su regreso a Buenos Aires. Así, tras la noticia de sus dos noches en el Movistar Arena, los días 25 y 26 de noviembre, el público agotó por completo los tickets, debiendo agregar una nueva fecha para el 28 de noviembre. Las entradas estarán disponibles desde el día jueves 12 de junio a las 16hs a través de www.movistararena.com.ar.
Tres encuentros en el marco de “Agenda 2025 Tour” para deleitarnos con uno de los cantautores hispanos más importantes de las últimas décadas.

Secundado por sus compañeros habituales: German Wiedemer, Julián Kanevsky, Mariano Domínguez, Andrés Litwin, Brian Figueroa a lo que se suman la fuerza de los vientos de Andrés Ollari y Pablo Fortuna y un selecto equipo de profesionales, AC nos prepara para un nuevo repertorio, en movimiento constante y buscando desempolvar aquellas canciones que llevan un tiempo si sonar en vivo, siempre improvisando sobre la marcha en su ya inigualable vida sobre los escenarios.
Andrés Calamaro es parte de nuestro ADN musical, y su gigantesca fábrica de canciones significa un legado invaluable que atraviesa varias generaciones. Eso sin dudas se respira en cada vivo, en cada show, cuando los temas toman otros matices en nuevas versiones y superan el paso del tiempo volviéndose más fuertes.
Ovacionado, admirado y respetado por una multitud Andrés Calamaro ya desbordó de historias y música recintos en Junín, Tucumán, Porto Alegre, Sao Paulo, Cali, Colonia, Lima, entre otros importantes destinos. También dijo presente en una noche memorable en la edición 2025 del Quilmes Rock en Buenos Aires ante una marea de gente.

Un repertorio en constante movimiento…
El poeta Calamaro tiene la buena costumbre de modificar el repertorio en vivo cada temporada o dos, algo original para un aficionado taurino que, asimismo, encierra el concepto de improvisación y entrega de “la fiesta más culta”. Admirador de cantantes y toreros, cineastas americanos y novelistas franceses, AC se brinda en los escenarios sin trucos ni ayudas digitales y, junto con su banda de exquisitos músicos, ofrecen cada noche un espectáculo distinto en el arte arriesgado e irregular, tal y como lo aprendemos en las arenas, alberos y tendidos, y el Jazz.
Ya girando bajo el rótulo Agenda 2023 (año 2023), ofreció un repertorio que fue mutando hasta concluir en una serie de “himnos” de rock y despertando en las audiencias sentimientos expandidos. El público acompañó como en un “carnaval carioca el día de los muertos mexicanos”, como “una hinchada de fútbol intelectual y sensible”. Fueron más de cuarenta conciertos en otras tantas ciudades en España, Colombia, Ecuador, Panamá, Costa Rica, México, los Estados Unidos, Puerto Rico y Argentina; conformando así dos años (casi cien presentaciones) de giras intercontinentales que abarcaron España y las Américas en 2022 y 2023.
Quizás el fervor de los simpatizantes que mejor conocen la extensa obra oficial inédita del cantor motiven al músico a resucitar canciones de otros discos menos populares que las que bordaron la Agenda 2023. Calamaro es, probablemente, “El más grande artista musical desconocido en este idioma”. Audiencias mayormente jóvenes festejan canciones consagradas como Flaca, Mil Horas, Sin Documentos, Para No Olvidar, Estadio Azteca, La Parte de Adelante, Los Chicos o Media Verónica, pero en el espíritu de artistas como Andrés habita el concepto bohemio y el inconformismo: hablamos de un músico que intenta gustar y ofender como undécimo mandamiento. Gustar es más llevadero y ofender le supone ser fiel a sus orígenes en el rock n roll, la anarquía y el arte contemporáneo.
Agenda 1999 (tal y como se presentó el corriente año) hizo eje en las canciones del álbum Honestidad Brutal pero se conoce a AC como “enemigo público” de la nostalgia y por su apego a discos menos celebrados como Volumen Once y recovecos musicales menos populares o celebrados por la crítica. No obstante los clásicos siempre estarán presentes