
Si en una piñata encontramos dulces de licor, masticables, gomitas y caramelos frutales, en esta “Piñata” hay indie folk, shoegaze, grunge y post punk. Manul tomó la urgencia de canalizar emociones y contar historias, unió sus dos pasiones, y se animó a debutar en solitario con éste, su primer disco.
Luego del hiatus de Amanitas –banda donde toca el bajo y que por estos días anunció su regreso–, y con la experiencia que significó la pandemia, la artista comenzó la construcción de canciones de manera más formal, en compañía de Victoria Cordero en la producción.
¿El resultado? Una obra creada por dos bajistas, “esos personajes tímidos y profundos a los que nadie mira y que nadie escucha, aunque realmente sí nos sienten, pero no se percatan”, como dice la propia música.
En ese periodo, Manul inventó todo un universo. Tal como el objeto tan ceremonial como festivo, el álbum es una novela tridimensional y multidisciplinaria: 9 canciones que son también capítulos, que buscan un nuevo código, fundiendo la música y la literatura.
El primer sencillo-capítulo es ‘Empatía por tus plantas’, liberado con una entrega visual y con bajada literaria en Wattpad –comunidad de escritores y lectores en línea–; con la intención de ampliar ese imaginario literario y sonoro.
“Me parece lindo hacer una novela sonora, porque creo que el gusto por la literatura se ha ido perdiendo en esta era. Yo misma me he visto absorbida por series, redes sociales y pantallas, quitándole horas de lectura a mi vida y alejándome de la creatividad que sugiere leer una novela. Parafraseando a una profesora, la literatura resulta una película económica de hacer. Sólo hacen falta letras, imaginación y voilá, se armó un cine en nuestra cabeza. Súmale un poco de música y obtienes “Piñata”. Me apasiona pensar en que como lectores somos agentes activos y creativos”, agrega.
Así, Manul junta dos mundos íntimos e introspectivos, que invitan a ese ejercicio colectivo de imaginar y compartir desde la imaginación. Todo en un viaje de sonidos orgánicos, con bajos, guitarras, baterías, guitaleles y uno que otro sintetizador bien pensado.
Manul, la bajista indie que ama las canciones y los cuentos, además de leer y jugar a Los Sims, nos introduce en su mundo con esta ficción que suena, se lee y se ve, pero que por sobre todo invita a imaginar, pensar y sentir.