Julia (Florencia Torrente) llega a las semifinales para el rol protagónico de una comedia musical. Sin embargo, su abuelo quiere vender el hotel, muy querido por su padre, que murió hace un año. Julia siente que debe hacerse cargo y posterga su vocación, profundizando sus trastornos alimenticios. La única esperanza es que su abuela, que abandonó la empresa familiar, se reconcilie con su abuelo y tome su lugar. Una titánica batalla entre la culpa, el deber y sus deseos. Pero Julia conoció a Lucas, ¿Podrá pedir ayuda como un ofrecimiento, como un acto de amor?