
La raíz del folk latinoamericano y el pop chileno se fusionan para permitirnos mirar dentro de la intimidad y las vivencias de Sabales. Luego de dos adelantos, el músico oriundo de Rancagua, pero radicado en Valparaíso, ya celebra su álbum debut titulado “Dar y Mirar”.
Un disco variado, que llega casi como una confesión susurrada, pasando por distintos estados, sin dejar de lado la intención bailable. Jugando entre lo íntimo y lo cotidiano, entre lo simple y lo más producido, el artista da con “canciones que nacen de cosas muy mías, pero que buscan conectar con algo más colectivo también”.
En 9 canciones, Sabales recorre sus distintas facetas.“A veces, me preguntan de dónde viene el nombre Sabales o por qué elegí usar mi nombre en plural como nombre artístico. La pluralidad alude a la posibilidad de plasmar distintas facetas o versiones de mí mismo a lo largo del proyecto, entender que siempre seguiré cambiando, y que el Sabal del 2020 no es el mismo del 2025”, explica respecto a su nombre, pero también a las motivaciones detrás de su arte.
Con la intención de ser una compañía para quien escuche, y junto al productorIván González (Camila Moreno, Dulce y Agraz), el chileno logra generar complicidad y refugio en este álbum que conmueve de principio a fin. Baladas, tonadas pop, melodías nostálgicas, corrientes alternativas y mucha honestidad son algunos de los elementos que destacan en “Dar y Mirar”.
La espera terminó y ya podemos escuchar de principio a fin la entrega -distribuida por The Orchard y editada por Tres Tigres Records y Sello Leviatán-, que cuenta las colaboraciones de Gemeleste, Teodora Inostroza y Martina Montaldo en voces, agregando profundidad a esta experiencia expansiva en la que Sabales se atreve a darnos de su interior y permitirnos mirar con detención y cariño.