
Virgilio Expósito, ese pianista de voz ronca que además de ser musicalizador de grandes poesías, fue también padre de tantas composiciones propias de todos los géneros y estilos, moviéndose desde el jazz al rock, del bolero al tango, paseando con soltura y creatividad por el folklore y la música litoraleña, no ha descuidado el terreno de la orquestación.

TANGOS ARGENTINOS: DISPONIBLE DESDE 29 DE ABRIL
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DANZAS FOLKLÓRICAS ARGENTINAS: DISPONIBLE DESDE EL 30 DE ABRIL
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Las Cuerdas Gauchas, dos discos: uno de tango y otro de folklore en los que Virgilio se luce como orquestador utilizando una instrumentación de orquesta sinfónica, en un repertorio poco convencional para esta formación, ampliando así el abanico de posibilidades sonoras de la música argentina.
Además de la grandeza y atractivo de sus orquestaciones, Virgilio supo dar lugar a la creación y expresividad artística de los solistas que intervienen en estos discos, como Alberto Castelar en piano y Hugo Díaz en armónica.
Estos dos discos, que contienen 12 canciones folklóricas y 12 tangos grabados para RCA Víctor Argentina y cuyo contrato data del 17 de junio de 1967, fueron recuperados en el archivo de Sony Music y se publican por primera a fines de abril de 2025 en Plataformas Digitales, manteniendo su gráfica original y el mismo orden de temas.
En 1966 Virgilio Expósito reúne una serie de músicos de orquesta y dos grandes solistas del momento: Hugo Díaz y Alberto Castelar, para irrumpir en un ámbito poco convencional para esa época: la música popular en la Orquesta Sinfónica, una mezcla de música argentina con sonoridad europea que fue concebida “For Export”.
La orquesta está formada por cuerdas: violines, violas, violoncellos y contrabajos, piano y arpa; vientos: flauta traversa, clarinetes, corno francés, saxofón barítono y armónica cromática y un gran abanico de elementos de percusión como placas, accesorios y bombo legüero.
Expósito que en sus años de formación estudia Armonía y contrapunto con Julián Bautista y composición y orquestación con Alberto Ginastera, dejará plasmado en Las Cuerdas Gauchas este legado. Aquí se hace sumamente visible la concepción de la formación europea llevada a la música popular argentina, principalmente en el uso de vientos y percusión.
Además de los solistas Hugo Díaz y Alberto Castelar, en las cuerdas Gauchas, Virgilio sabe aprovechar y dar lugar a todos los instrumentos de la orquesta tan alejados del folklore y el tango, encontrando el espacio y el color para cada uno de ellos, como las placas, las trompas, los elementos de percusión sinfónica y el arpa, demostrando una vez más su creatividad y su capacidad infinita.
La década del 60 fue una de las épocas más prolíferas de Virgilio Expósito a pesar de sus jóvenes 40 años, además de la creación de Las Cuerdas Gauchas y la orquesta de Brasil, junto con su hermano Homero terminan parte de la obra de Discépolo: Fangal y Un tal Caín. Durante esta década, también escribe la Suite Zarateña, obra inédita y estrenada en agosto de 2024.
De su inmenso legado, nos quedan también los sellos discográficos de su autoría, Pincel y Azur, con los que durante su estadía en Brasil (1961-1966 aprox.), con su agrupación llamada “Expósito y su Orquesta” graba para “RCA Víctor Brasil” junto a Paul Anka y Neil Sedaka dejando un registro importantísimo para la historia y el patrimonio del País vecino.
Conquistando al público tanguero gracias a la inmensa cantidad de tangos y valses compuestos principalmente con su hermano Homero y con otros grandes letristas como Stamponi, al público del rock con Pitty Pitty y Eso, y a los amantes del bolero con Vete de mí, Virgilio nos pone de manifiesto su versatilidad, terminando obras de Discépolo y componiendo junto a Eladia Blázquez, Litto Nebbia y Saúl Cosentino.
Como el gran artista y compositor que supo ser, Virgilio Expósito tuvo la capacidad de aggiornarse a cada momento que le tocó vivir y plasmarlo en su obra, así como en la Suite Zarateña retrata la vida de su ciudad natal, Zárate, antes de la industrialización y de la construcción del puente Zárate Brazo Largo, en su última década (1987 – 1997) y luego de la muerte de su hermano Homero, compone también la letra y la música de “La serie de la Rutina”, una serie de boleros acorde a los tiempos que transcurren y a las características de esa década. Esta serie, actualmente inédita, se estrenará en agosto de 2025.