
Mia Folino lanza finalmente su primer disco de estudio “Fuga”, al que define como una radiografía musical de sí misma. Compuesto y producido por Percii, y junto a Nahuel Barbero, Ramiro Molina, Sol Porro, Chala y Maxi Sayes, la joven cantante y compositora nos trae un disco ecléctico y de escape, donde Mia busca exponer algunos de los elementos que la conforman como música.
Hija de la icónica Hilda Lizarazu, Mia nos cuenta: “La música siempre fue la protagonista de mi vida. Cuando recreo mis primeros recuerdos aparecen las canciones y luego las escenas. Para mí eso tiene mucho sentido y también explica mi inquebrantable vínculo con ella. En el entorno en el que nací, me crié, crecí, aprendí, jugué, fui hija, lloré, dormí, me aburrí, me enamoré, me equivoqué, me frustré y aprendí las lecciones más importantes de mi vida, mi primera y fiel aliada siempre fue la música.”
Luego de haber trabajado con un sinfín de músicos de la escena musical actual argentina, como Cazzu, Emilia Mernes, Emmanuel Horvilleur y Dante Spinetta, Mia sintió la necesidad de que su propia música viera la luz. Luego de cinco años de trabajo, Fuga llega a nosotros, con la voz de Mia, tan potente como dulce, como protagonista.
Con producción de Percii (Lara 91k), el disco parte del pop para coquetear con géneros como la electrónica, el R&B, ritmos urbanos y la bossa nova, reflejando su versatilidad y su capacidad para fusionar géneros y emociones en un concepto único. Además, Fuga sale junto a los nueve visualizers del álbum entero, conformando así el universo estético de Mia.
Lejos de verlo como una contradicción, la artista bautiza al género de su álbum como “melodrama-pop”. En palabras de Mia “El pop es un género muy rico e inclusivo que siempre te permite sentirte parte de él. Pero al mismo tiempo lo asocio con algo muy alegre y festivo, que no es el caso de todo el álbum, en el que exploro también mis miedos y mi lado oscuro. Buscando una respuesta que me conformara decidí recategorizarlo como melodrama-pop”.
Desde el encuentro con el conflicto, la introspección y el desamor hasta la liberación, la determinación y el empoderamiento, siempre con un toque poético y personal, Mia juega constantemente con el contraste entre la vulnerabilidad y la fortaleza, consolidándose como una de las voces más prometedoras de la escena actual.