
Cualquiera que haya ido alguna vez al Lollapalooza Argentina sabe que el Hipódromo de San Isidro se transforma por completo y que, en cada rincón de este predio enorme, hay algo increíble por ver. El paisaje efímero que se arma en cada edición incluye, además de un despliegue asombroso de cinco escenarios, espacios de lounge, patios gastronómicos, y áreas de workshops, una apuesta por traer a la gran fiesta de la música un cruce con artistas de otras disciplinas. Han pasado por el lineup artístico figuras de la talla de Marta Minujín y Edgardo Giménez. Germán González Holc, Pablo Reinoso, Andrés Reisinger, Martín Huberman, Matías Duville, Gachi Gasper y Rafael Parratorro.
Para su edición 2025, Lollapalooza redobló la apuesta en todos los niveles para festejar sus diez años en Argentina, y el arte no fue la excepción. Cynthia Cohen y R&R Studios —el estudio de Roberto Behar y Rosario Marquardt— fueron convocados para imaginar estructuras de gran escala que llevaran la imaginación de los presentes fuera de lo cotidiano.
Cynthia Cohen, figura central del arte pop argentino, explora y reinterpreta la cultura contemporánea a través de un lenguaje visual universal. Para #LollaAR10AÑOS, presentó “Rubí”, una escultura enorme de una gran diadema coronada por merengue y una cereza. Esta obra camp, que celebra el atractivo del más alto nivel de artificio, afectación y exageración, invita a reflexionar sobre los lujos, los placeres, los consumos y a desafiar ideas tradicionales de gusto.
R&R Studios, conocidos mundialmente por sus instalaciones en Coachella, presentan un lugar inventado, sin precedentes, al que llamaron “Dream Palace”. Esta obra de arquitectura emocional —mezcla de palacio, circo, calesita, glorieta— reúne todos los guiños de un espacio hecho para compartir, celebrar, imaginar y soñar. En el límite entre ficción y realidad, este espacio trastoca el orden normal y predispone a quienes lo recorren a situarse en un mundo paralelo.

Complementando estas dos obras, las famosas Casitas by Citroën, que albergan DJ sets durante todo el fin de semana junto a renombradas figuras de la escena electrónica local, fueron intervenidas por tres artistas ganadores de un concurso que se dio en el marco de ArteBA: Ignacio Olivier, Alfredo Dufour y Pablo Peisino.
Ignacio Olivier, parte de la galería LUOGO, es un artista y estudiante de Diseño Industrial oriundo de Córdoba Capital que se propone ver la belleza en lo cotidiano, explorando la nostalgia por lo reciente. Cualquiera que pase por su casita reconocerá el material único de las clásicas reposeras que pueblan sus recuerdos de playa, patio o balcón. Alfredo Dufour, licenciado en Artes Plásticas por la UNCUYO, viene recibiendo importantes premios, como el Primer Premio Adquisición del Banco Central en 2021 y el Primer Premio Adquisición del 17° Concurso de Artes Visuales UADE en 2022. Dufour convirtió su casita en un invernadero lúdico con stickers gigantes de dibujos digitalizados realizados con el programa Paint. Pablo Peisino, por su parte, es un artista cordobés con una trayectoria de más de 20 años en el mundo del arte. La casita que intervino trabajó con cortinas de almacén —una fascinación en su obra del último tiempo—, donde plasma diseños que rescata de videojuegos de los años 80 y 90.
Lollapalooza es un fin de semana que no se parece a ningún otro, y parte de eso se debe a la participación de los artistas que aportan su visión para crear obras de alto impacto que terminan de transportar a los espectadores a otra sintonía.